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Para reflexionar:Hace mucho tiempo, en un reino distante, vivía un rey que no creía en la bondad de Dios. Tenía, sin embargo, un súbdito que siempre le recordaba acerca de esa verdad. En todas las situaciones decía: "!Rey mío, no se desanime, porque todo lo que Dios hace es perfecto. El nunca se equivoca! Un día el rey salió a cazar junto con su súbdito, y una fiera de la jungla le atacó. El súbdito consiguió matar al animal, pero no evitó que su Majestad perdiese el dedo meñique de la mano derecha. El rey, furioso por lo que había ocurrido, y sin mostrar agradecimiento por los esfuerzos de su siervo para salvarle la vida, le preguntó a éste: "Y ahora, que me dices, Dios es bueno?, Si Dios fuese bueno yo no hubiera sido atacado, y no hubiera perdido mi dedo. “ El siervo respondió: -"Rey mío, a pesar de todas esas cosas, solamente puedo decirle que Dios es bueno, y que quizás, perder un dedo, sea para su bien. Todo lo que Dios hace es perfecto. !El nunca se equivoca! " El rey, indignado con la respuesta del súbdito, mandó que fuese preso a la celda más oscura y más fétida del calabozo. Después de algún tiempo, el rey salió nuevamente para cazar, y fue atacado, esta vez, por una tribu de indios que vivían en la selva. Estos indios eran temidos por todos, pues se sabía que hacían sacrificios humanos para sus dioses. Inmediatamente después que capturaron al rey, comenzaron a preparar, llenos de júbilo, el ritual del sacrificio. Cuando ya tenían todo listo, y el rey estaba delante del altar, el sacerdote indígena, al examinar a la víctima, observó furioso: -"!Este hombre no puede ser sacrificado, pues es defectuoso!....!Le falta un dedo!” Luego, el rey fue liberado. Al volver al palacio, muy alegre y aliviado, liberó a su súbdito y pidió que fuera a su presencia. Al ver a su siervo, le abrazó afectuosamente diciendo: -"!Querido, Dios fue realmente bueno conmigo! Tú debes haberte enterado que escapé justamente porque no tenía uno de mis dedos. Pero ahora tengo una gran duda en mi corazón: si Dios es tan bueno, por que permitió que estuvieses preso, tú que tanto lo defendiste?“ El siervo sonrió, y dijo: ... -"Rey mío, si yo hubiera estado junto con usted en esa caza, seguramente habría sido sacrificado en su lugar, !ya que no me falta ningún dedo! Por lo tanto,acuérdese siempre: Todo lo que Dios hace es perfecto. !El nunca se equivoca! " Que Dios te Bendiga. Preciosurac Kipling y el aburrimientoPablo Clase Hijo - 4/17/2010Sentimos aburrimiento cuando nada nos divierte, entretiene o interesa. Entonces tratamos de escapar del tedio, el hastío, la pesadez, buscando distracción en pasatiempos favoritos: la Internet, la televisión, el cine, la fiesta, la playa, los chistes o la plática con un amigo. Pero ¿son estos siempre medios seguros de alegrarnos y disipar el fastidio? El escritor británico Rudyard Kipling, Premio Nobel de Literatura (1907), adoraba a los niños. Siempre que estaba con ellos procuraba su amistad haciéndoles cuentos jocosos o fantásticos. Una vez visitó a un amigo en el campo. Allí conoció a una bella e inteligente niña, sobrina de su anfitrión. El tío había pedido a la pequeña que tratara de hacerle agradable la estadía al ilustre visitante. Un día Kipling y la chiquilla fueron de paseo y, como había de esperarse, el notable autor le narró un cuento ‘divertido’. De regreso, el tío preguntó a la graciosa sobrina: “¿Cómo te fue? Supongo que has hecho lo posible para no aburrir al señor Kipling”. Ella contestó: “Sí, tío, pero el señor Kipling ha hecho todo lo posible para aburrirme a mí”. Cuando el contentamiento depende de que otro nos divierta, de tener cosas o de alguna gratificación exterior, no siempre se consigue. La verdadera alegría viene del interior. Jesús dijo: “Si alguien tiene sed, venga a mí y beba. El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior brotarán rios de agua viva" (Juan 7:37-38). Es decir, si alquien desea ser feliz verdaderamente y para siempre que venga a Cristo y crea en Él. De su corazón brotarán el gozo, el bienestar y la vida abundante. |
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